La juventud cubana no tiene miedo de asumir los retos más fuertes que les plantee el destino, parecerse al tiempo que les toca vivir y enaltecer la cuna, la academia y el ejemplo que para ellos significan Fidel y la Revolución.
Estos tres muchachos son resumen de lo anterior, y estoy convencido que quedo por debajo de sus valores éticos, profesionales y humanos.
Alberto Damián García Guerra y Enrique Alejandro Matos Lastres tienen 34 años “y venimos juntos desde círculo infantil; ¡imagínate si podemos conocernos o no! Para Nelvis Ramos Fab transcurre el almanaque número 30.
El primero y la muchacha son Pediatras (ella, además, cardióloga); el segundo es especialista en Terapia Intensiva y Emergencias. Egresaron de la Universidad de Ciencias Médicas de Granma.
Hoy, tienen en sus manos por inteligencia, talento y liderazgo un gran reto: Nelvis dirige el Hospital Infantil General Milanés, de Bayamo; Alberto Damián, el de igual perfil en Manzanillo y Enrique Alejandro, el Clínico, Quirúrgico y Docente Celia Sánchez Manduley, cada uno, entre los centros asistenciales más grandes del ámbito de la asistencia médica en la provincia Granma.
– Vaya, eso debe ser un “pastelito”… (la provoco)
“Nada de eso, aunque no deja de ser “sabroso” ver la sonrisa de los niños por irse felices a casa, dice ella y agrega que el sacrificio es en todos los sentidos: personales y con la familia, es muy poco el tiempo para ellos.”
A la doctora Ramos Fab se le humedece el alma al recordar a una niña que “ni los padres ya tenían esperanzas. El colectivo se unió, fuerte, fuerte y la “sacamos”. El día que le retiramos los “aparatos” todos lloramos.”
“Sucede como en la pelota: la derrota (mala atención) va a la cuenta del director, por eso mi equipo sabe que hay que batear siempre en zona de strike que es atender bien”, dice García Guerra.
Puntualiza que “el sentido de pertenencia decide, exigimos todo el tiempo por eso. En pediatría hay que hilar bien fino.”
Con una formación en principio militar, Enrique Alejandro expone: “El que dirija un hospital detrás de su buró está perdido. Hay que “auscultar” los problemas en todas las áreas.
“Me encanta que las personas vengan a discutirme por sus familiares enfermos; eso te dice que se trabaja y hay que perfeccionar, pero si el enfermo está solo y detectamos dificultades ni te imaginas lo que le cae encima al médico y a la enfermera.
“Escasean los recursos, medios y medicamentos, pero el equipo tiene que responder bien, sobrarle la responsabilidad y ser leal al juramento hipocrático”, concluye el doctor Matos.
En nombre de sus respectivos colectivos, los doctores Alberto Damián, Nelvis y Enrique Alejandro recibieron, el martes, la distinción Aniversario 40 de la Universidad de Ciencias Médicas de Granma.
El estímulo les valió el aplauso de los que fueron sus profesores, ahora colegas y el abrazo de Yanaisi Capó Nápoles, primera secretaria del Partido en Granma; y los doctores Yelenis Elias Montes y Aníbal Ramos Socarrás, directora provincial de Salud Pública y rector de la UCM, respectivamente.
Cuando piense en el eufemismo de que la juventud está perdida, pregúntele a Alberto Damián, Enrique Alejandro y Nelvis. Ellos no hablarán, lo hará su obra noble, humana y muy sensible por la vida.
Texto y Foto Roberto Mesa Matos.
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